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El legado de Guayaquil Historias a Color

¿Qué es Guayaquil Historias a Color?

Tomado de Opendireito.

Dicho de manera simple, Guayaquil Historias a Color es un libro de fotografías antiguas de Guayaquil que combina tecnología, historia y prosa.

Pero no es un libro cualquiera, hay más libros de fotografías antiguas de Guayaquil. En esta obra, sin embargo, cada imagen ha sido traída hasta el presente para despertar en el imaginario de sus lectores diferentes sensaciones, sensaciones que produce únicamente la vida a color.

¿Qué parte ocupa qué en el libro?

Para contestar esta pregunta es necesario ir dos años atrás a las pruebas que el equipo de Historias a Color hizo sobre la colorización de fotos en blanco y negro, utilizando INTELIGENCIA ARTIFICIAL.

Haciendo uso de algoritmos que están disponibles en internet, se trabajó en un software que realice la colorización de imágenes en blanco y negro, y aprovechando los recursos de un servidor con alto procesamiento, se colorizaron las primeras fotos.

Este proceso que a una persona podría tomarle meses o años, es realizado en segundos por el algoritmo.

Hagamos un ejemplo con una imagen de la cultura popular y trabajemos también en el plano imaginario.

Doc Brown viaja al pasado a 1885 y Marty McFly lo alcanza poco después intentando rescatarlo. Como viajeros en el tiempo han procurado no dejar huellas que relacionen su existencia, salvo una, una fotografía de ambos junto al primer reloj público11. El simbolismo del reloj es más poderoso porque eran artículos de lujo que no todos se podían permitir. Un reloj público cumplía una función importante al democratizar el tiempo. En el libro Guayaquil Historias a Color encontramos muchos ejemplos que crean este paralelismo que además era señal de progreso. de Hill Valley, el cual tiene un significado poderoso en la historia de la saga y que paradójicamente marca el inicio del conteo del tiempo de sucesos importantes entre ambos (el Reloj, Marty y Doc, se reencontrarán 70 años después).

La foto secreta, tomado de volver al futuro 3

En un paralelismo científico (existan o no los viajes en el tiempo), nuestra máquina del tiempo es el software de colorización que hemos desarrollado. Con él, nos proponemos a hacer el primer viaje en el tiempo para traer esa foto al presente.

Tomamos la fotografía original de Marty, el Reloj y Doc, y dejamos que el software la colorice.

Colorización de la foto de Marty, el Reloj y Doc

El resultado nos deja impactados, pero con una pregunta importante, ¿Son estos los colores reales?

Veamos la escena real,

Escena de la película volver al futuro 3

El algoritmo colocó un color diferente en el pantalón y el sombrero de Doc Brown. En el caso del pantalón, el color elegido da la impresión de tener la textura de un jean.

¿Se equivocó el algoritmo?

No, simplemente hizo lo que alguien más le enseño, el algoritmo aprendió patrones y colores en algún proceso y eso es lo que interpretó en la foto original.

¿Cómo asegurarnos que los colores que el algoritmo aplica son los correctos?

Es en este punto donde la investigación histórica toma importancia ya que si tenemos información de los colores, materiales, tipo de vegetación y otras variables, podemos hacer las correcciones en la foto colorizada y darle mayor veracidad al resultado, y aunque el jean22 En 1873, Jacob Davies y Levi Strauss patentaron el jean con remaches para refuerzo que usamos con frecuencia hoy, sin embargo la tela de jean data del siglo XVII. Para la época en que se presenta la fotografía de Marty McFly y Doc Brown, el jean era una vestimenta existente, por eso no es de extrañar que el algoritmo lo tomara como opción al momento de realizar la colorización, luego de analizar todo el contexto. era ya una prenda que existía en esa época, probablemente se utilizaba solo en las minas o en trabajos que requerían que la prenda soporte un trato duro, quizás Doc no lo usaría para un evento social, eso es más de nuestra generación.

Las preguntas se trasladan entonces y de manera casi exclusiva al conocimiento que tenemos del contexto de la foto.

¿Cómo se combina esto en Guayaquil Historias a Color?

Historias a Color, como editorial, planificó un libro que tuviera fotos de Guayaquil de un periodo entre 1885 y 1925.

Realizamos un proceso de curación que nos permitió reunir un importante número de fotografías candidatas33 En el periodo de fines de siglo XIX y principios de siglo XX, se utilizaba un sistema de fotografía denominado placa fotográfica, el cual usaba como soporte una placa de vidrio, en la cual se aplicaba una emulsión sensible a la luz. Gracias al tamaño de algunas de las placas y a su rigidez, eran una solución de calidad superior y de alta resolución si se comparan con las películas que aparecieron después. En este caso, una tecnología más antigua permitió tener un registro superior sobre las imágenes y eso ha sido definitivamente un punto importante al momento de colorizar fotos del periodo de tiempo seleccionado.44 Todas las fotografías del libro Guayaquil Historias a Color provienen del archivo fotográfico del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural., todas en blanco y negro. Algunas estaban en mal estado, lo que forzó a hacer una restauración avanzada.

Fotos originales, fuente INCP (Instituto Nacional de Patrimonio Cultural)

Primero lo primero

El primer paso consistió en restaurar las fotografías en blanco y negro y prepararlas para el proceso de colorización.

Esta parte del proceso requiere investigación y la ubicación de contenido editorial o comercial existente que permita al restaurador tomar referencias o conseguir partes faltantes en la fotografía, si fuera el caso.

Existen varias guías comerciales de Ecuador de inicios de siglo pasado, libros, recortes y anuncios de periódico de los cuales se vale el investigador.

Foto restaurada del aserradero La Infatigable

La colorización dura segundos y meses

Los detalles son la diferencia en la colorización

Una vez que la foto en blanco y negro está restaurada, se pasa por el software de colorización y en segundos tenemos una foto a colores. La primera impresión es de admiración, es ver una imagen viva por primera vez, el segundo pensamiento es el de obsolescencia, el ser humano es obsoleto en este proceso. Una persona podría tardarse años haciendo lo que hizo el software, principalmente porque no tiene toda la información a la mano y porque además la colorización de cada pixel la hace a pulso.

Foto colorizada del aserradero La Infatigable

¡Sin embargo este no es el final!

Aunque la primera impresión nos parezca suficiente, siempre nos encontraremos con pequeños errores en la interpretación que hizo el algoritmo, tal como pasó en la foto de Marty McFly y Doc Brown.

Como el objetivo de la obra es presentar una imagen real, se trabajó en corregir los detalles, mejorarlos, y en algunos casos tomar una licencia creativa, artística, para resaltar elementos de la foto que deben darle una mayor vida a la misma. Un caso de ejemplo es el agua, el cielo o la vegetación.

Donde no se pueden tomar licencias creativas es en lo concreto, los edificios, la vestimenta de las personas, la pintura de las casas. Aquí también la investigación histórica juega un papel fundamental, porque le dirá al artista colorizador, los tonos adecuados en cada uno de los elementos.

Este proceso de trabajo en detalle y corrección de imágenes y capas, puede tomar días, semanas o meses.

Las fotos cuentan historias

La actividad comercial en la calle Pichincha, tomado del libro Guayaquil Historias a Color, página 64.

Las imágenes hablan, y una imagen a color dice muchas cosas y prepara además el contexto para contar su historia de una manera más fiel. Sin embargo, sin las fuentes, ese contexto se puede perder para siempre, y una imagen que nos resulta maravillosa puede quedar en el anonimato si no podemos identificar el lugar, los personajes y los detalles que la adornan.

Ese fue el objetivo principal de Guayaquil Historias a Color, ayudar a estas imágenes a contar historias, con nombres, con anécdotas, con fechas y en algunos casos con la hora del día.

La información sin fuente es solo un cuento.

Para quienes participamos en el libro, era preciso conectar a ese Guayaquileño de 1900 con el Guayaquileño actual, y hacerlo de la manera correcta nos permite llenar esos vacíos que existen en lo colectivo.

A diferencia de otras obras, para Guayaquil Historias a Color era clave identificar con precisión los detalles de cada foto y por esta razón muchas fotos restauradas quedaron en el anonimato, esperando a que nuevos historiadores las puedan identificar.

Ninette fue la única foto en que pasamos por alto esa regla, porque las imágenes pueden ser poderosas y convincentes. El mérito sin embargo, es de Vicente Adum, quien no permitió que esa fotografía quedara huérfana, encontró en las palabras del Poeta Medardo Ángel Silva, la descripción perfecta para darle identidad.

¡Hay más de una forma de viajar al pasado y volver!

¿Qué hacer con el resto de fotografías que no se publicaron en Guayaquil Historias a Color?

Hay un número increíble de fotos que no vieron la luz. Aunque fueron colorizadas inicialmente, no llegamos a encontrar información suficiente para incluirlas en el libro. Esa misión es un legado que el equipo de Historias a Color deja a quienes vengan después.

Mientras eso sucede, los dejo con Ninette.

Autores de Guayaquil Historias a Color:
Edgar Landívar, Co-Autor, Investigación histórica y restauración fotográfica.
Vicente Adum, Co-Autor, Investigación histórica y redacción.
Paul Estrella, Coordinador Editorial.
Más sobre Guayaquil Historias a Color

NINETTE

Sobre la suave nuca de pálido marfil
los rizos descendían con un temblor de oro,
y en la rosa bicéfala de su labio sonoro,
al hablar se posaba mariposa gentil…

Si lucía en el parque su encanto juvenil,
daba a todas las cosas un imperial decoro.
Entonces los rosales salmodiaban en coro,
bajo sus breves plantas, como canción de abril…

Alba y rubio, armoniosa como un jilguero, era
el símbolo risueño de alegre primavera,
el hada milagrosa de un castillo de amor.

En las salas azules faltaba un lampadario
y, entre la fina nube de un místico incensario,
hecha su alma una estrella, se la llevó el Señor

Medardo Ángel Silva, Obras Completas.